domingo, 14 de julio de 2013

Cómo entrenar a tu dragón

Hace ya bastante tiempo que me recomendaron esta película pero fue ayer, al oír que se anunciaba una segunda parte, cuando por fin me decidí a verla. Ahora entiendo tanta insistencia. 
Mientras preparaba este post vi algunas críticas no precisamente generosas. Decían que la encontraban simplista o que parecía más un videojuego que una película. 
Pues a mí me gustó. Me pareció vivaz, dinámica y chispeante, y me mantuvo pegada a la pantalla desde el primer hasta el último momento. 
Creo, además, que no es tan simple y tan plana como se deduce de aquellas arrolladoras sentencias. Cómo entrenar a tu dragón me parece un canto al pensamiento crítico. Pensadlo: el protagonista debe hacer frente al hecho de que está quebrantando las normas de su padre y, lo que es más, de toda su cultura. Supongo que es el final (que espero no estar estropeándoos) lo que no satisfizo las expectativas de aquellos críticos. 
Pero, dejando a un lado las opiniones de unos y otros, creo que Cómo entrenar a tu dragón tiene todos los elementos necesarios para convertirse en una de esas películas que se pueden ver una y otra vez y no llegar nunca a cansarse de ellas. Por lo menos, así es como la entiendo yo. 

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