sábado, 21 de junio de 2014

Thor

Este es el ejemplo perfecto de que a veces dar nombre a una película no significa necesariamente ser su protagonista. Porque, a ver, seamos sinceros, ¿qué interés tiene Thor? Desde luego mucho menos que Loki, el aparente villano de esta película.
Thor aparece ya el principio como el clásico héroe indómito e imprudente, excesivamente seguro de sí mismo y de sus capacidades. No es que este poder se cuestione, por cierto, es sólo que el héroe no lo sabe usar como y cuando corresponde. Pero madura, no os preocupéis por eso. Así ya tenemos historia.
El problema es que no sorprende. Ya hemos visto cosas como esta, y las hemos visto muchas veces. Loki, en cambio, es menos frecuente. 
Yo ya había visto cosas por internet que daban a entender que Loki era "el malo", por lo que en cierto modo la sorpresa para mí fue menor. Y sin embargo, al final quedé tan fascinada por este maravilloso personaje como cualquier afortunado que hubiese escapado de todos esos spoilers. 
A lo largo de todo este maratón de Marvel, casi sin quererlo he acabado centrándome más que nada en los antagonistas de estos héroes. Creo que es porque cuando un personaje es tan intrínsecamente bueno me acaba aburriendo. Yo busco motivaciones, y muchas veces son más interesantes en el bando contrario. Pero Loki sobrepasa cualquier razón de este tipo: es un gran personaje y punto, no importa qué haga ni cómo; lo que me intriga es el porqué. En Thor se anticipa algo de esto, pero también queda claro que aún queda mucho de Loki por ver. Menos mal.

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