miércoles, 18 de enero de 2017

Batman Begins

Mi amiga del maratón-Marvel me va a matar: cuando por fin le hago un poco de caso y me pongo con la trilogía de Batman de Nolan, resulta que entro con el pie torcido, como quien dice. 
También es verdad -ella misma me lo dijo- que lo malo de haber empezado por todas las películas de Marvel es que ya no puedo valorar Batman Begins como la revolución que supuso en su momento sencillamente porque, a estas alturas, esta historia del nacimiento del héroe la he visto muchas veces (y me empieza a cansar, todo sea dicho). 
En fin, no sirve de nada lamentarse a estas alturas. Vamos al meollo del asunto: si Batman Begins no me dio más es porque sabe a precuela. Entiendo que el objetivo era sentar las bases del héroe, con todas sus luces y sombras, pero con esta película nunca dejé de tener la sensación de que faltaba un conflicto de verdad. Un conflicto que fuese a más, quiero decir: el "villano" de Batman Begins sólo sirve para impulsar al protagonista, como una pincelada más en su carácter. El juego de despiste de los antagonistas del héroe no tuvo (al menos para mí) la fuerza que cabía esperar: uno de ellos queda en agua de borrajas y el otro, no sé, no me pareció tan espectacular. Cuando pienso en este personaje no soy capaz de separarlo de la identidad misma de Batman y, con tan poca autonomía, difícilmente podía impactar por sí solo. 
Además, tanto que estoy hablando del carácter de Batman, lo cierto es que al final de la película él mismo contradice la que en teoría es su máxima. 
En fin, el jugo que le saco a Batman Begins es poco: ni la acción me motiva especialmente ni encuentro a ningún personaje tan bien dibujado como para que me compense. Eso sí, me alegro mucho de haber seguido con la saga. Luego os cuento.

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