miércoles, 30 de diciembre de 2015

Los soldados lloran de noche, de Ana María Matute

Empecé Los soldados lloran de noche pensando que iba a leer la continuación de Primera memoria y, aunque técnicamente eso es verdad, visto con un poco de perspectiva casi parece mentira.
Yo imaginaba que la historia continuaría en el mismo punto donde Primera memoria se interrumpió tan brusca y trágicamente, pero Los soldados lloran de noche empieza algunos años después. Sin embargo, no creo que sea el tiempo lo que abre este abismo entre una novela y otra. 
No reconozco a los personajes de Los soldados lloran de noche. Aún quedan algunos rostros familiares, pero son poco más que el pretexto para introducir otros nuevos. Como Manuel, que enseguida cede su protagonismo a Marta. La transición entre una historia y otra es tan sutil que apenas se percibe hasta que ya es tarde.
Ahora bien, aunque Marta es un personaje muy logrado (el suyo es un relato escalofriante e inolvidable), su voz no se distingue tan claramente de la de Manuel. A veces da la sensación de que acaba siendo protagonista porque en la narrativa de Matute no podría ser de otra manera: siempre fue en las voces femeninas donde brillaba de verdad. 

2 comentarios:

  1. Buenas tardes, Ana.

    Algo que no tiene nada que ver con el libro, pero que me parece una noticia estupenda que deseo comunicarte.En el blog de la biblioteca de "La Ería" hay un enlace (margen izquierdo, blogs que debes leer) a este. ¿No es estupendo?
    Feliz año.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hala. ¡Sí que es estupendo! ¡¡Muchísimas gracias!! ^^

      Eliminar